Y en vista del éxito de la faja ya se ha pensado en una versión masculina.
En el hombre el problema es la tripa cervecera, que queda así perfectamente disimulada y permite mejorar la tan importante primera impresión que obtienen las féminas.
Aunque la mayoría de las mujeres se suelen fijar más en otros detalles masculinos, como el grosor de la cartera, siempre puede ayudar en algo cuidar la imagen.