Hoy en día, tener trabajo es muy importante, pero si además tenemos buena compañía, mejor.
Los malos rollos, las historias de enredos, peloteos, rutinas y todo lo negativo se lleva estupendamente.
Mis dos colegas son una preciosidad. Una rubia y otra morena, nunca sabes cómo te sorprenderán. Esto es ser afortunado. Gracias por estar ahí.
Lo único malo es que con este par de tías buenorras cuesta concentrarse en algunos momentos, la verdad.